Arte y Literatura del Litoral. Los Proyectos Editoriales de Montes i Bradley
En-claves del pensamiento
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, División de Humanidades y Ciencias SocialesEl texto aborda el análisis de algunos proyectos editoriales dirigidos por Ricardo Ernesto Montes i Bradley (1905-1976) durante el transcurso de los años treinta y cuarenta en la ciudad de Rosario, Argentina. Se trata de una serie de publicaciones periódicas en donde tenían lugar los últimos debates del momento, se difundían textos de escritores regionales y circulaban a través de noticias o imágenes las nuevas tendencias estéticas. A partir de la importancia que tuvieron esas publicaciones en el entramado cultural de la época, se indagan los intercambios trazados por el escritor con los artistas plásticos, periodistas, críticos e intelectuales que colaboraron en las revistas y boletines editados por él, teniendo en cuenta, particularmente, de qué manera se inscribe la intervención del pintor Ricardo Warecki (1911-1992) en ese circuito y cuáles son las características que adquiere su obra en ese contexto.

			Durante los años treinta y cuarenta el artista Ricardo Warecki (Rosario, 1911-1992) sostuvo una amistad estrecha con el escritor Ricardo Ernesto Montes i Bradley (Rosario, 1905-Buenos Aires, 1976) que se tradujo en una colaboración asidua en sus diversos proyectos editoriales dedicados a divulgar la obra literaria de autores, en gran medida, pertenecientes a la Región del Litoral, y a difundir la creación plástica de artistas locales y nacionales a través de estudios críticos e imágenes. Se trataba de una serie de libros y revistas donde tenían lugar los últimos debates, se difundían textos afines a las corrientes literarias del momento y circulaban a través de noticias o imágenes las nuevas tendencias estéticas. A partir de la importancia que tuvieron esas publicaciones en el entramado cultural de la época, se indagan aquí los intercambios trazados por el escritor con los artistas plásticos, periodistas, críticos e intelectuales que colaboraron en los volúmenes por él editados, teniendo en cuenta, particularmente, de qué manera se inscribe la intervención del pintor Ricardo Warecki en ese circuito y cuáles son las características que adquiere su obra en ese contexto.

			El diálogo entre literatura y artes plásticas caracterizó gran parte de las producciones culturales realizadas en Rosario durante, al menos, la primera mitad del siglo XX, impregnando también los programas editoriales de Montes i Bradley, como el
El comentario informativo de
En relación a las artes visuales, tanto el reservorio de textos privados de Montes i Bradley como los programas editoriales dejan entrever una sensibilidad estética que le movilizaba a buscar todos los medios posibles para adquirir, coleccionar y difundir la obra de los artistas plásticos y propagar las producciones literarias propias y ajenas en una ciudad que consideraba en gran medida hostil al desarrollo de las manifestaciones culturales. Para ello, Montes i Bradley utilizaba los recursos económicos que brindaba una ocupación multifacética dedicada a las ciencias jurídicas, el periodismo, la docencia y la literatura. Incluso su altruismo le llevó en ocasiones a desprenderse de obras de su pinacoteca para fomentar la creación de colecciones públicas, intentar auxiliar económicamente a algún artista de su círculo o animar a otros a que así lo hicieran. En sus escritos se puede advertir la preferencia por determinados artistas plásticos y, en especial, por los grabados de Juan Berlengieri y Sergio Sergi, pero también por todos aquellos a quienes intentó difundir a partir de sus artículos en las primeras páginas de cada nueva entrega de
Sobre el tema Argentina, mucho podríamos escribir i leer respectivamente. Sin embargo, tengo hecho el firme propósito de no disgustarme por las cosas que más debieran apenarme, i como de tiempo en tiempo, algo sucede que lo consuela a uno, i se abren con interrogantes, caminos de ensoñación venturosa, resulta a la postre que aunque todo lo patrio hiere
Volveremos entonces allá, cuando aquí terminemos de saber qué cosa es México. I ello será aunque amigos cordiales que bien nos quieren e inmerecidamente nos consideran, hacen lo posible por obtener nuestro consentimiento para obtenernos cátedra universitaria, i cargos de importancia, que bien alcanzarían a redondear la cantidad básica para poder vivir en este suelo, cuya vida, sincera i realmente me encanta pero… cuesta!

			

				

				
A pesar de la nostalgia que en distintos momentos decía sentir por su país, durante los años cincuenta y sesenta se vinculó con los artistas plásticos del muralismo mexicano, con importantes escritores locales y con otros intelectuales argentinos exiliados, formando rápidamente un entramado de sociabilidad cultural, aunque mantuvo viejas amistades por correspondencia. La habilidad del escritor en el desarrollo y sostenimiento de relaciones interpersonales con distintas figuras del escenario le permitió generar una red de intercambios que operó en un sentido estratégico para obtener mayor visibilidad y perpetuar una imagen de intelectual y animador cultural a nivel transnacional, a pesar de las divergencias que mostraba con ciertas instituciones de la ciudad que a su criterio habían sido absorbidas por los intereses privados de personas más vinculadas a la alta burguesía rosarina que al ambiente de la cultura.

			Aunque prácticamente no se han conservado documentos que puedan atestiguar los intercambios epistolares de Ricardo Warecki con los artistas y escritores de su tiempo, algunos pequeños registros e indicios en los diarios y publicaciones periódicas nos permiten entrever una trayectoria muy importante dedicada en mayor medida a las artes gráficas, que incluía entre otras cosas, la elaboración de portadas de libros, ilustraciones de ficciones literarias y publicidades. En este sentido, la amistad que lo unía a diferentes escritores y ensayistas como R. E. Montes i Bradley, Félix Molina Téllez, José E. Peire y César Tiempo, por mencionar sólo algunos, se puede reconstruir, aunque de manera incompleta, como si se tratara de un rompecabezas del que se han perdido varias piezas fundamentales. Sin embargo, como plantea François Dosse,

			La biografía puede ser una manera privilegiada de empezar a restituir una época con sus sueños y sus angustias. Walter Benjamín concebía al historiador como alguien que tenía que proceder a una reconstrucción de la continuidad de una época para distinguir en ella una vida individual con el fin de 'hacer ver cómo la vida entera de un individuo está presente en una de sus obras, en uno de sus hechos [y] cómo en esa vida está presente una época entera'.

			

				

				

					
De la misma manera, las huellas discontinuas, por muy insignificantes que parezcan, muchas veces pueden ser más relevantes que los datos precisos para vincular intuiciones y completar vacíos documentales.

			En este sentido, la amistad del escritor con Ricardo Warecki se puede trazar a partir de la colaboración del pintor en los diversos programas editoriales, así como en la reproducción de algunas fotografías de
Entre tanto, en sus palabras a Filloy menciona la promesa que hizo Alfredo Guido de obsequiar algunos aguafuertes al museo y también le asegura enviar unas láminas de Juan Berlengieri que mandó a imprimir al taller de la escultora y grabadora María Carmen Portela, en Buenos Aires, así como estampas de Rodolfo Castagna, Hemilce Saforcada, Lino Spilimbergo, Sergio Sergi, Clement Moreau, del uruguayo Carlos Alberto Castellanos y muchísimos otros artistas. La predilección de Montes i Bradley por el grabado y la gráfica en general queda demostrada por la manera en la que se refería a la destreza de algunos de estos creadores y la enorme cantidad que estampas que intentó hacer llegar al museo de Río Cuarto, al que estaba unido por lazos afectivos con su director. A su vez, también puede percibirse ese interés en el gran número de grabados, viñetas e ilustraciones que les encarga a los artistas -o que en ocasiones el mismo elabora-, para acompañar los textos de los boletines, revistas y libros editados durante las décadas del treinta y del cuarenta en la ciudad de Rosario. Entre las distintas intervenciones plásticas se destacan, por su cantidad, las publicidades e ilustraciones diseñadas por Ricardo Warecki para el
El
¡Silencio! ¡Silencio!

				Ahora, las estrellas,

				desde las doce casas del zodíaco

				se asoman a las puertas abiertas sobre el mar.

			Junto a la imagen realizada para presentar la colección completa de las revistas, una viñeta del artista cordobés Francisco Vidal cerraba el índice (figura 4). La ilustración continuaba el estilo del trabajo de Warecki a través de la figura de una mujer con los ojos cerrados y sus brazos levantados en medio de un cielo con estrellas. Como podemos ver, los vínculos de Montes i Bradley con Córdoba no se circunscribían a su amistad con Juan Filloy. Una década antes de lanzar el
A pesar de haber difundido únicamente dos números en 1929, la revista fue un testimonio de la vanguardia local no sólo por haber concentrado en sus páginas a un conjunto de importantes figuras vinculadas a las expresiones literarias más renovadoras de la época, sino también por la actitud disonante con la que Montes i Bradley se dirigía a los intelectuales que representaban a la izquierda más radicalizada, 'aquellos que se dicen de vanguardia i son zurdos', a diferencia de quienes 'están con nosotros en la verdadera posición estética de izquierda'.

			

				

				'nuestro número uno fué a la luz / nos elogiaron, estimularon i señalaron defectos, algunos, i nos combatieron inconsistentemente otros / aquéllos -no sabemos si los menos- están con nosotros en la verdadera posición estética de izquierda (…) / éstos -los otros- que se dicen vanguardia i son zurdos, conejos al decir de olivius, no nos podían considerar en otra forma'.
Esa diferenciación entre
Esa actitud inconformista que parecía caracterizar su personalidad también se trasladaba a su forma de escribir, en apariencia anárquica, pero que en realidad continuaba la propuesta de la vanguardia ultraísta con el fin de distanciarse de las normas tradicionales de la gramática española y acercarse al lenguaje oral. En este sentido, el escritor sustituía la i griega por la i latina y utilizaba minúsculas después de un punto final. También modificó su propio apellido, generando en adelante algunas confusiones acerca de cómo era la forma correcta de escribirlo. Sin embargo, esta aparente simplificación, mantenida a lo largo de su trayecto literario, era contrarrestada con un vocabulario complejo desplegado a través de sus distintos artículos.

			Algunas de esas peculiaridades que lo diferenciaban eran transferidas a sus publicaciones de circulación masiva donde podía experimentar propuestas estéticas y posiciones ideológicas. Por ejemplo,
Montes i Bradley fue también quien se encargó de difundir en la revista
El artista, además, realizó pequeñas viñetas, ilustraciones de cuentos y publicidades que aparecieron fundamentalmente en la primera etapa del
La noche clava en la tierra sus tinieblas como pesadas banderas negras y los faroles de las esquinas son vacilantes audacias que agujerean sus sombras gigantes. Porque el suburbio tiene carne cansada y ojos malheridos, pronto el silencio es un ciego inmóvil que custodia las casuchas humildes. […]

				[El loco] Entra en un callejón que ensombrecen los muros de las casas elevadas y viejas. El moho que alimenta la humedad le da impresión de sótano y los murciélagos tejen en el espacio maloliente mallas invisibles. El loco y su carga parecen un jorobado tambaleante impulsado a una fuga imposible.

			

				

				

					
El texto concluye cuando el supuesto delincuente simpatiza con el niño y se detiene a jugar con él hasta que llegan los familiares y vecinos con palos y puños amenazantes y, creyendo que iba a estrangularlo, 'no pudieron dominar su indignación y lo lincharon…'. La imagen despliega visualmente parte de la historia, pero también se relaciona con la temática de la marginalidad urbana que aparece de manera frecuente en la gráfica de Warecki. La noche constituye el momento preferido en estas representaciones a partir de ambientes que evocan los mundos inferiores y los bajos fondos en los bordes de la ciudad. Son por lo general escenarios habitados por vagabundos, delincuentes, borrachos y prostitutas que deambulan por las calles solitarias. Esa misma mirada de la urbe como espacio del pecado, la violencia y la desigualdad puede verse en la ilustración para el libro
En la producción gráfica del pintor, las figuras femeninas delicadas de algunos de sus trabajos contrastan con otras más carnales; los paisajes naturales envueltos en una atmósfera limpia y misteriosa conviven con escenarios caóticos caracterizados por la extrañeza, mientras que los cuerpos abatidos por la melancolía coexisten con seres malignos. Al igual que otros artistas interesados en las corrientes estéticas de entreguerras, la representación de figuras melancólicas aparece con distintas variaciones en su obra. En el dibujo para el cuento 'El príncipe Enrique', de Agustín Zapata Gollán, publicado en mayo de 1940, un joven fastidiado observa el mar tormentoso que lo envuelve.

			

				

				

					
Paralelamente, Warecki trabajó desde los años treinta realizando publicidades gráficas para distintas empresas de la ciudad. Algunas de las imágenes elaboradas para la Sociedad de Electricidad de Rosario y La Comercial de Rosario fueron publicadas en el
De todos modos, la cantidad de entregas del
Me alegra que le guste el boletín, que ya sabe usted con cuanto cariño elaboro, i desearía sostener, aunque…a decirle verdad, no sé por cuantos números más podrá continuar apareciendo. Si hai que pagar jubilación a los gráficos -como se anuncia-, la nueva suba en su costo dará al traste con mis afanes, posiblemente.

			

				

				

					
Si bien los sindicatos gráficos tuvieron en general desde finales del siglo XIX una orientación anarquista o socialista, como un modo de enfrentar al poder y diferenciarse del oficialismo, desde las elecciones de 1946 el gremio se fue desarticulando hasta pasar a ser conducido enteramente por obreros peronistas. Mientras tanto, desde Rosario se organizaba una política de oposición muy fuerte al gobierno a través de la Federación Gráfica Rosarina, la cual empezó a tener un rol fundamental luego del repliegue de la asociación bonaerense, aunque fue imposible contener la adhesión y multiplicación en el seno del gremio de los entusiastas seguidores del nuevo partido.

			

				

				

					
En relación a este conflicto, en junio de 1948, Montes i Bradley protestaba sobre la manera en que los obreros de la imprenta podían retardar o directamente paralizar una publicación si él mismo no se encargaba de supervisarla: 'si uno no está presente, los gráficos que son peronistas, lo tiran a matar'. Y aunque la última entrega de
En paralelo a la labor desplegada en
En la nota editorial, firmada por Montes i Bradley con el seudónimo 'El almadiero', hacía referencia a un ámbito geográfico delimitado naturalmente por las barrancas y declives del río Paraná, como si esta sintaxis espacial determinara un lazo espiritual que uniera diferentes regiones y poblaciones, expresiones literarias y artísticas, borrando las fronteras políticas. También, el emblema del sumario realizado por Warecki aludía a la fecundidad del río a partir de la figura de una mujer desnuda vertiendo agua de una vasija (figura 11).

			PARANA pretende ser eso i solo eso: PARANA. Río que une i no divide, ata i no separa; río que está en la toponimia nacional más que como una referencia mera; como algo más que un paisaje estirado por miles de kilómetros al oro de un sol magnífico, en el azul diáfano de un ámbito grandioso i junto al verde de una vegetación luminosa poblada desde el hombre abajo, de seres de línea opuesta i ágil; como mucho más que un propicio escenario histórico […]. Pueblo que le cruza i le navega aguas arriba i abajo, señor de un mundo que cierran sus flores i sus pájaros, sus mitos y sus leyendas, sus creencias i sus lenguas, sus artes i sus ciencias. Pueblo que es uno en la profundidad i el arraigo de sus esencias telúricas. Pueblo que i aun el aluvión cambia en su etiología por más que gringa se vuelva su pampa en el espejismo civilizante.

			

				

				

					
Inscriptos, por lo general, en las corrientes literarias realistas y regionalistas de los años treinta y cuarenta, los escritores que a menudo colaboraron en las publicaciones de Montes i Bradley pusieron en juego una problemática intelectual relacionada con el concepto de 'región' o de 'zona'.

			

				

				En particular nos centramos en dos trabajos que problematizaron dicha concepción analizando casos de escritores argentinos que le dieron una vuelta innovadora a la idea del regionalismo. Véase
A pesar de que esta concepción era bien conocida en la época, Montes i Bradley -lejos de querer apartarse de una narrativa centrada en un territorio definido- acentuó esa perspectiva espacial para identificar el arte y la literatura de la zona con una pertenencia geográfica y cultural en torno al ámbito del Litoral. La revista
El paisaje litoraleño generó una construcción identitaria en donde se diluyeron las fronteras para abarcar una zona amplia en la que podían confluir desde la selva chaqueña y las islas del río Paraná hasta la pampa gringa o la fauna correntina. Sin embargo, frente a una narrativa que apostaba a la semejanza natural, a la descripción realista del entorno y en ocasiones a la visión metafórica, las imágenes transformaron los sentidos de los textos apostando por la ensoñación surrealista o a la incoherencia aparente. El regionalismo de algunos de estos cuentos y textos breves es reconfigurado a partir de las ilustraciones que aluden a marginalidad urbana de los suburbios, a ciertos escenarios urbanos y naturales pesadillescos, a experiencias ligadas al mundo de lo imposible o a universos interiores infundidos en la melancolía saturnina. Algunas de las viñetas y dibujos de Leónidas Gambartes, Amadeo López Armesto, Pedro Hermenegildo Gianzone, Alfredo Laborde y Ricardo Warecki realizadas para el
Una de las principales características de los emprendimientos de Montes i Bradley era el intercambio entre literatura y artes plásticas. Ese interés por las artes visuales quedaba plasmado en la impresión de linóleos originales, en la numerosa cantidad de ilustraciones y en las reproducciones en color de obras artísticas cuyas láminas eran pegadas en el borde superior de gruesas cartulinas de tonos neutros, enmarcadas con una línea en color oro, plata o alguna tonalidad afín. A diferencia de los dibujos que acompañaban los poemas y relatos literarios, esas imágenes estaban separadas del texto y difundían obras de artistas rosarinos y santafesinos respondiendo a una nueva estrategia cultural que privilegiaba la colección de grabados y piezas gráficas, así como de fotografías y láminas a color, producto de una tendencia general que parecía tener 'una función incluso más importante en los países latinoamericanos que en las metrópolis', donde no era posible contar con instituciones estables ni colecciones públicas de dimensiones similares.

			

				

				

					
En relación con esas reproducciones, el resto de las imágenes cumplía una función ilustrativa extendiendo el sentido de los textos, añadiendo nuevas significaciones derivadas del universo imaginario del artista o presentando a los escritores y su obra a través de pequeñas caricaturas. Algunas de las viñetas apelaban a los recursos y motivos provenientes de la gráfica expresionista y surrealista exhibiendo atmósferas oníricas, ojos mutilados y cuerpos amorfos mediante el uso de líneas distorsionadas y formas exageradas, que funcionaban como un contrapunto de las narraciones basadas, por lo general, en la descripción de paisajes, ambientes, tipos y costumbres del Litoral. Sin distanciarse completamente de este mundo referencial, otro tipo de textos incursionaban en el misterio, recreando las posibilidades narrativas que ofrecía la vivencia interior de los personajes o el gusto por la aventura, la fantasía y el horror. En diálogo con este tipo de relatos Warecki volvió a ilustrar un cuento de Luis María Albamonte para el volumen de 1943 mediante un grabado en linóleo. En la imagen para 'La terrible mentira de Sámbur' (Figura 12), los trazos gruesos y sueltos, las formas angulosas y los surcos de la superficie recuerdan a las xilografías de algunos expresionistas alemanes como Ernst Ludwig Kirchner y Karl Schmidt-Rottluff. El grabado fue impreso sobre una lámina de un verde profundo, prolongando la imagen de una naturaleza que se transforma en un paisaje terrorífico con troncos astillados y árboles antropomorfos, en donde lo humano se entrecruza con lo vegetal. Esa dimensión imaginaria sintoniza con las temáticas desarrolladas en algunas piezas de la gráfica expresionista que se inspiraron en los relatos de terror de la infancia en los dibujos infantiles de los cuentos populares y en los íconos primitivos rusos.

			

				

				

					
Uno de los rasgos que diferencia esta ilustración de otras imágenes del artista más apegadas a la historia central del cuento es la atención sobre determinados fragmentos del relato para potenciar el efecto de misterio. La estampa no pareciera representar una escena importante sino más bien detenerse en ciertos momentos de la narración: 'se le pegaba en las manos la humedad sombría del bosque'; 'nada podía explicar claramente su terror. Pero una sombra, él lo sabía, traía el motivo de su miedo'; 'y echó a correr. Corría en el sentido contrario al que llevaba Yensi. Iba hacia el pueblo […]. Sus gritos eran la desesperación fabulosa de todo lo que temblaba bajo la noche a un paso de la locura de una tormenta'.

			

				

				

					
El turbador relato de Albamonte se producía en un mundo de ensueño que sugería la fuerza alucinatoria y la subjetividad de la percepción humana a partir de la introducción de formas provenientes de la literatura fantástica, aunque sin olvidar el enclave regional.

			Por otra parte, la mirada fragmentaria volvía a aparecer en la ilustración para el relato 'I ahora, Pedro', de Montes i Bradley, publicado en el primer tomo de la revista (figura 13).

			

				

				

					
En ese mismo número de la revista Warecki realizó dos ilustraciones a tinta para el texto 'Momentos de la muerte transparente' de Félix Molina Téllez (figuras 14 y 15), una de ellas luego reimpresa en el libro con el mismo título que el autor publicó en 1949 con láminas de Pelissier.

			

				

				

					
La figura femenina sostiene una estrella luminosa que parece estar a punto de escapársele de entre los dedos por la velocidad con la que avanza sobre un caballo, animal vinculado al planeta Marte, cuya visión se considera presagio de guerra.

			

				

				

					
La filiación del artista al universo onírico no se circunscribió a su intervención en la revista
Esas imágenes de Warecki contrastaban con las acuarelas, témperas aguadas y pequeñas viñetas inspiradas en los realismos de entreguerras que confeccionó para otros cuentos de la revista
Siguiendo el perfil de su fotografía más conocida, el artista reprodujo además su imagen en un grafito para una entrega del
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Los boletines eran enviados por Montes i Bradley a distintas partes del mundo mediante el correo postal. A pesar de que la mayoría de sus papeles privados se han perdido, el Archivo Histórico Municipal de Río Cuarto se encargó de compilar las cartas de Montes i Bradley preservadas en la colección documental del escritor cordobés Juan Filloy, lo que nos permite suponer que el escritor rosarino poseía una abultada correspondencia con diferentes intelectuales y figuras de la cultura, incluso más allá de la Argentina. Algunos de los sobres encontrados con direcciones postales internacionales, a donde iban dirigidos los ejemplares del

					Dosse, François. . México: Universidad Iberoamericana, 2007.François Dosse,

					Guevara, Martina. “La construcción de un centro cultural desde la periferia: Juan Filloy y el Museo de Bellas Artes de Río Cuarto”. , 8, núm. 1 (enero-junio, 2018): 1-22. https://doi.org/10.4000/corpusarchivos.2107. Martina Guevara, 'La construcción de un centro cultural desde la periferia: Juan Filloy y el Museo de Bellas Artes de Río Cuarto',
Las figuras se encuentran en el
Véanse los trabajos de Fantoni, Guillermo. “Travesías del realismo mágico. Leónidas Gambartes entre la realidad y el ensueño” y “Culturas nativas, sensibilidad contemporánea: la obra tardía de Leónidas Gambartes”. , año III, núms. 5 y 6 (octubre de 2003): 1-44.Guillermo Fantoni compilados en un volumen de la revista
'nuestro número uno fué a la luz / nos elogiaron, estimularon i señalaron defectos, algunos, i nos combatieron inconsistentemente otros / aquéllos -no sabemos si los menos- están con nosotros en la verdadera posición estética de izquierda (…) / éstos -los otros- que se dicen vanguardia i son zurdos, conejos al decir de olivius, no nos podían considerar en otra forma'. Montes i Bradley, Ricardo Ernesto . “…Señal que cabalgamos”. , I, núm. 2 (septiembre, 1929): 38.Ricardo Ernesto Montes i Bradley, '…Señal que cabalgamos',

					Montes i Bradley, Ricardo Ernesto . “La descomposición gremial de los escritores santafesinos”. , II, núm. 24 (octubre, 1943): 133-136.Ricardo Ernesto Montes i Bradley, 'La descomposición gremial de los escritores santafesinos',

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					Hernández, Fausto. “De Ensueño”. , núm. 1 (invierno, 1941): 35-52. Fausto Hernández, 'De Ensueño', Paraná, núm. 1 (invierno de 1941): 35-52. En el conflicto desplegado en torno a la SADE, Montes i Bradley vertió algunas palabras descalificadoras sobre Fausto Hernández lo que da indicios de que se pudo haber generado una enemistad entre ambos al menos desde 1943. Sobre este escritor se puede consultar: Brasca, Érica. “La ciudad de Rosario en la obra poética de Fausto Hernández”. Rosario, 2018. .Érica Brasca, 'La ciudad de Rosario en la obra poética de Fausto Hernández' (Rosario: 2018), disponible en: [http://www.celarg.org/trabajos/BRASCA-LA-CIUDAD-QUE-YO-INVENT--.pdf]

			
					Chevalier Jean (Dir.). . Barcelona: Herder, 1986.Jean Chevalier (Dir.), Diccionario de los símbolos (Barcelona: Herder, 1986), 489. Sobre estas temáticas: Clair, Jean. . Madrid: Visor, 1999.Jean Clair, Malinconia. Motivos saturninos en el arte de entreguerras (Madrid: Visor, 1999 [1996]); Klibansky, Raymond, Erwin Panofsky y Fritz Saxl. . Madrid: Alianza, 2012.Raymond Klibansky, Erwin Panofsky, Fritz Saxl, Saturno y la melancolía: estudios de historia de la filosofía de la naturaleza, la religión y el arte (Madrid: Alianza, 2012 [1989]).

			

					Albamonte, Luis María. “El loco del callejón”. , año II, núm. 13 (noviembre, 1939): 9-10.Luis María Albamonte, 'El loco del callejón',

					Combalía Dexeus, Victoria. “Volviendo al surrealismo”. , cat. exp., Bilbao: Museo de Bellas Artes de Bilbao, junio-septiembre, 2005.Victoria Combalía Dexeus, 'Volviendo al surrealismo',

					Zapata Gollán, Agustín. “El príncipe Enrique”. , II, núm. 19 (mayo de 1940): 75.Agustín Zapata Gollán, 'El príncipe Enrique',

					Veliscek, Elisabet. “Los cuentos imaginados por Ricardo Warecki. Figuras infantiles y espacios soñados”. , XV, núm. 20 (agosto, 2019): 285-314.Elisabet Veliscek, 'Los cuentos imaginados por Ricardo Warecki. Figuras infantiles y espacios soñados',

					Veliscek, Elisabet. “Contra la guerra y el peronismo. Las imágenes de Ricardo Warecki en el diario Crónica de Rosario”. Rosario (documento de trabajo), 2020.Elisabet Veliscek, 'Contra la guerra y el peronismo. Las imágenes de Ricardo Warecki en el diario Crónica de Rosario', Rosario (documento de trabajo), 2020.

			

					Montes-Bradley, Eduardo (Ed.). . Charlottesville: HTP Press, 2016.Montes-Bradley (Ed.),

					Ferrer, Nelson. “Los gráficos en la era peronista”. En . Buenos Aires: Dos Orillas, 2008. Nelson Ferrer, 'Los gráficos en la era peronista',

					Montes-Bradley, Eduardo (Ed.). . Charlottesville: HTP Press, 2016.Montes-Bradley (Ed.),
Junto con la casa impresora de Vicente Pomponio, la de Fenner era una de las más importantes de Rosario y ambas habían tenido una vasta experiencia en la edición de revistas culturales, periódicos y libros. La empresa llegó de Europa y se instaló en la ciudad hacia 1900, como producto de la expansión de las industrias gráficas en la Argentina. Desde una perspectiva cultural, las relaciones entre el arte y la industria contribuyeron a una profesionalización de la producción gráfica, a la aparición de numerosos gremios creados por los intensos reclamos sociales y al nacimiento de la Sociedad Industrial Gráfica de Rosario, que desde 1927 comenzó a editar una revista. A mediados de la década de 1930 se habían creado en Rosario más de cincuenta talleres gráficos, entre ellos, Borsellino Impresos, Peuser S.A, Talleres Gráficos Valdez, Talleres Gráficos Virgolini Martínez —donde se imprimió la mayor cantidad de afiches de la época—, Establecimiento Gráfico de Oscar Sudylosky, la imprenta Romiti, y muchas otras.

					El almadiero, “Desde la almadía”. , núm. 1 (invierno, 1941): 7.El almadiero, 'Desde la almadía',
En particular nos centramos en dos trabajos que problematizaron dicha concepción analizando casos de escritores argentinos que le dieron una vuelta innovadora a la idea del regionalismo. Véase Delgado, Sergio. “Realismo y región. Narrativas de Juan Carlos Dávalos, Justo P. Sáenz, Amaro Villanueva y Mateo Booz”. En María Teresa Gramuglio (Dir.), , vol. 6. Buenos Aires: Emecé, 2002.Sergio Delgado, 'Realismo y región. Narrativas de Juan Carlos Dávalos, Justo P. Sáenz, Amaro Villanueva y Mateo Booz', en María Teresa Gramuglio (Dir.),
Eduardo D'Anna señala: 'Los regionalistas fueron todos tratados como literatos de segunda clase. Por ello es frecuente comprobar que en Buenos Aires se editaban 'antologías regionales', o que los libros de los regionalistas eran agrupados en colecciones 'de las provincias', pero nunca revistaban en un plano de igualdad con los escritores centrales'. D´Anna, Eduardo. . Santa Fe: Espacio Santafesino Ediciones, 2018.Eduardo D'Anna,

					Silva Beauregard, Paulette. “Un lugar para exhibir, clasificar y coleccionar: la revista ilustrada como una galería del progreso”. Beatriz González Stephan y Jens Andermann (Eds.), . Rosario: Beatriz Viterbo, 2006.Paulette Silva Beauregard, 'Un lugar para exhibir, clasificar y coleccionar: la revista ilustrada como una galería del progreso', en Beatriz González Stephan y Jens Andermann (Eds.),

					Starr Figura (Ed.). , cat. exp. New York: The Museum of Modern Art, 2011.Figura Starr (Ed.),

					Albamonte, Luis María. “La terrible mentira de Sámbur”. , núm. 5-7 (1943): 9-22.Luis María Albamonte, 'La terrible mentira de Sámbur',

					Montes i Bradley, Ricardo Ernesto. “¿I ahora, Pedro?”. , núm. 1 (invierno, 1941), pp. 111-116.Ricardo Ernesto Montes i Bradley, '¿I ahora, Pedro?',

					Molina Téllez, Félix. “Momentos de la muerte transparente”. , núm. 4-7 (1943): 105-114.Félix Molina Téllez, 'Momentos de la muerte transparente',

					Cirlot, Juan Eduardo. . Barcelona: Labor, 1995.Juan Eduardo Cirlot,